6 de Enero, 5:46. Acabo de llegar de dar una vuelta y tengo algo de frío. Mientras subía por la escalera intentando no hacer demasiado ruido, respiraba hondo y pensaba en lo que me acababa de pasar mientras buscaba la llave de casa. Y es que, si no me equivoco, es el primer tío que indirectamente, me da calabazas este año. Y no es un tío cualquiera. No es el típico tío con el que te preguntas mil veces "¿Y por que narices me gusta?¡Si no era lo que buscaba, y no tiene nada!". No. Es ese tío que llevabas toda la vida esperando conocer, alguien que de verdad te hace sentir bien. Y de hecho, no hay ningún rasgo en particular que destacar, sino el conjunto en general, que es lo que le hace tan... él. Pero, como soy masoca, y me hago ilusiones con cualquier cosa, no dejaré de intentarlo hasta que vea que es totalmente imposible. Entonces es cuando me llevaré el gran chasco y solo la música sabrá consolarme.
El caso es que, cuando he abierto la puerta, me he quitado el abrigo, y me he fijado en los regalos que habían puestos debajo del árbol. Parece mentira que a mis 16 años me siga haciendo ilusión verlos tan colocaditos ahí debajo (y eso que he sido yo misma la que los ha envuelto).
En definitiva, hoy es un día de pensar. Pensar en todas esas cosas que siempre he querido hacer y nunca he hecho, o he hecho mal.
Pensé en aquel tipo que me quería tanto, con el que me lo pasé tan bien. Aquel tipo y aquella tarde en la que de repente, diluvió y se esforzó por hacer que no me mojara. Y aquella otra tarde en la que los mosquitos querían comernos, pero no lo consiguieron. Y en aquella tonta tarde en la que lo dejé hecho polvo por culpa de otro tipo que, con el tiempo, me hizo lo mismo a mí.
Pensé en la gente que se molesta en poner buena cara cuando voy hacia ellos. No es necesario, fuera tapujos. Quiero asegurarme que la gente que me rodea lo hace por que quiere.
Pensé en que siempre se cometen errores, y gracias a ellos se aprende. Muchas veces, gracias a esos errores consigues cosas que no te hubieras imaginado, o que no hubieras conseguido de otra forma.
Pensé en que muchas veces no hago ciertas cosas por conservar a buenos amigos, como pueda ser ahora. Y me planteé el dejar las cosas claras, aunque sinceramente, me da mucho miedo. Porque siempre cabe la posibilidad de que ese amigo no sea como tu esperabas, y se distancie de ti. Que si, que por eso sería un infantil, un crío, un idiota, pero un idiota al que te jodería mucho perder. Por otra parte, cabe la posibilidad de que no se distancie, de que todo siga igual, pero eso solo pasaría si él no sintiera lo mismo, y por lo tanto, adiós a mariposas en el estómago y adiós a esa motivación que aparece cuando más la necesitas solo para salir de casa y verle sonreír. Sería como quitar una chincheta de un panel de corcho. Puede que el panel esté bonito igualmente, pero falta esa chincheta.
Porque es esa ilusión de ver la luz en su pupila, su cara mostrando esa faceta pensativa, sus manos dando a entender algo más que cuatro simples hechos. Y esperar, paciente, a que simplemente me diga: "Que guapa estás hoy.".
Thanks for watching, adeu!
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