miércoles, 5 de enero de 2011

Año nuevo...

...vida nueva. Creo que por primera vez en toda mi vida me estoy ciñendo un poco a la frase anterior.

Vas andando por un camino, rodeada de árboles, flores y un riachuelo.
Al cabo de un tiempo, te das cuenta de que el escenario se repite constantemente, la monotonía está presente en cada elemento del paisaje. Los árboles pierden color, y se les caen las hojas. Las flores están marchitas, y el agua turbia.
Echas a correr sin mirar hacia atrás, y cada vez tienes más niebla entre los pies.
Frenas en seco, agotada, deseando encontrar un rayito de luz que te indique el camino. Te desesperas, piensas, andas en círculos intentando no alejarte mucho del sendero. De repente, te chocas con un muro. Lo examinas más de cerca, y descubres un universo pintado bastante surrealista, como si lo hubiesen hecho unos niños. En el hay abiertos varios boquetes, a los que han intentado tapar pero que se niegan a desaparecer, y con ellos, la luz se filtra aportando un poco de esperanza.
Quitando las minúsculas piedrecitas que intentaban sepultarlos, descubres todo un mundo de color al otro lado.
A los pies del muro hay un mazo, y un par de botas con las que te sientes más protegida y segura. Era lo único que necesitabas para ser libre, como un pequeño empujoncito. Sin pensarlo dos veces lo coges, y con fuerza arremetes contra ese desgastado muro, y pegas patadas mientras sientes como se desmorona. Cae con él todo ese ficticio universo. Ladrillo a ladrillo se derrumba todo.
Das un paso hacia adelante, y respiras profundamente. El sol te da en la cara, y te acaricia, y una suave brisa te aparta el pelo hacia atrás. Te acercas al estrecho riachuelo, y el agua está más cristalina que nunca. Te aclaras las manos y la cara, y por fin notas una frescura y sonríes, después de la larga travesía. Cuando te giras, y descubres todo el muro destrozado, te fijas en que al lado de los ladrillos rotos, hay un montón de ladrillos nuevos, con los que decides levantar una nueva pared.
Dejas en ella un agujero, a través del cual puedes ver lo que dejaste atrás, para recordar todo lo vivido.
Decides poner en la nueva pared algunos de los ladrillos viejos que no se rompieron del todo, y a partir de ahí pintas tu nuevo universo. Dibujas pensando en los errores que viste anteriormente, e intentas hacer cada detalle perfecto, a tu manera, aunque dejas una parte de la pared sin pintar, pensando en lo que puede depararte el futuro.
Y finalmente, decides caminar hacia adelante, porque si lo hiciste una vez, ateniéndote a los peligros o posibles errores que podrías haber cometido, puedes hacerlo una segunda. Siempre te quedará la opción de volver corriendo hacia atrás a pintar en ese muro, o incluso echarlo abajo y volver al inicio de toda la historia.


Y, sin pretender quedar por encima de nadie, menciono un pequeño apunte, como es el que lleve ventaja en saber lo que deparará a mi paisaje de siempre.
Todos se han dado cuenta, tarde, de que cada elemento se separa de los demás sin dar explicaciones al respecto. Todo el mundo se queja de lo que pasa, pero nadie hace nada por evitarlo. Tal vez porque en el fondo no nos importa, y nos da igual. Y soy la primera en admitirlo. Pero a diferencia de la mayoría, yo me di cuenta de esto hace bastante tiempo, mientras todos estaban más preocupados en aparentar llevarse bien que en hacerlo realmente. Me aseguré de encontrar algo a lo que agarrarme cuando viniera el vendaval, y ahora lo observo todo a un margen a pocos centímetros de distancia de la batalla campal. Mantengo la esperanza de no verme arrastrada por nadie a la guerra que se aproxima.

Y por último, pero no menos importante, uno de los mayores propósitos de este año es llevar siempre en mente la frase "Sé lo que quiero, lo que me gusta, y lo que me apetece", sin dejar de lado a los demás, pero fijándome un poco más en mis intereses. Y por cierto, sabía que la lista de cosas que me gustan y que no me ayudaría a encontrar la respuesta que buscaba.
Así pues, creo que no sólo recupero mi esencia (como en anteriores entradas mencioné) sino que además, estoy creciendo en todos los sentidos. Me siento más fuerte, estable, y preparada para lo que pueda venir.




El grupo no es que me entusiasme demasiado, pero la canción es la apropiada.



Sin más, me voy a dormir, que el señor sueño reclama mi presencia.
Thanks for watching, au revoir!

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