Hoy es... miércoles, las 21:12. Me están esperando para cenar, pero no aquí. No tengo hambre, siento un vacío horrible en el estómago. Y además, un nudo en la garganta. Saldré porque sé que al final alguien acaba haciéndome reír. Y sé que posiblemente me hallaré rodeada de velociraptors con rimel.
Busco en una lista de gente un nombre, y no sé a quien pretendo encontrar.
Siento que cada vez hay menos cosas que me atan a quedarme aquí.
¿Y sí en un parpadeo...
pudiese desaparecer y que nadie supiera que existo?
pudiese parar el tiempo y saber lo que de verdad es el silencio?
pudiese evaporarme y refrescar el ambiente?
pudiese transformarme en algo y huir de aquí?
pudiese formar parte de una melodía que llenase a alguien de verdad?
Respiro hondo, y me voy.
miércoles, 29 de junio de 2011
martes, 28 de junio de 2011
Lluvia de ideas
Llevo todo el día pensando, dándole vueltas a las mismas cosas. He intentado distraerme haciendo toda clase de gilipolleces, y algunas de las cosas que quería escribir se han desvanecido. Supongo que volverán a mi cabeza a medida que vaya escribiendo.
Normalmente suelo intentar ponerlo todo ordenadito, con coherencia y relacionarlo. Pero es tal jaleo el que tengo en la cabeza que esta vez sólo me apetece escribirlo para plasmarlo en algún sitio y que no se me olvide nada.
Para empezar está 1. 1 que me hace sonreír, y que me encapricha. Pero que bastantes problemas tiene ya como para hacerme caso. Y lo entiendo, y por eso creo que debo dejar que vaya a su bola, aunque me cueste un poco.
Siguiendo, está él. Me hizo pasar la mejor noche de mi vida, bueno, en realidad ha estado presente en las dos mejores noches de mi vida. Y lo quiero demasiado como para perderle. Y siento que soy idiota por dejarle marchar sin más, demasiadas horas a su lado sin poder decirle todo lo que le quiero. Y no lo hago porque tengo miedo de que se rompa una de las mejores amistades que he tenido, de que algo se tuerza y no poder contar con él. Y odio esa faceta del verano, la de sentirse sola y aburrida, y querer abrazarlo continuamente. Ya me suena esto de hace un año. Y ya conseguí montarme un murito para separar nuestra valiosa amistad de malos rollos. Y me jodió ver que se esfumaba, hasta que me acostumbré. Pero tengo la sensación de que este año pasará lo mismo, y no sé si estoy dispuesta a permitirlo después de lo que pasó. No sé que hacer...
He soñado demasiadas veces con poder parar el tiempo, y andar por la calle hasta ver a esa persona que tanto quiero ver, y darle un beso sin que lo note. Y ayer vi una peli donde salía algo similar... Me reconforta pensar que no soy la única a la que se le pasa eso por la cabeza.
Siento que hoy se podría acabar el mundo, y todo estaría en paz, no tengo asuntos pendientes. O que podría pasarme algo. Como que si yo desapareciese, o simplemente no hubiese nacido, las cosas seguirían su curso sin inmutarse ni lo más mínimo. Y muchas veces me he preguntado... ¿Cambiaría algo en la vida de alguien el hecho de que yo no existiese? Me siento tan pequeña e inútil que no puedo evitar darle vueltas a cuestiones estúpidas...
Ciertamente, lo único que quiero ahora es mirar las estrellas, y llorar un poco. No puedo evitarlo. No sé a quién acudir, y además de eso, intenté prometerme a mi misma que aprendería a buscarme la vida sin depender de los demás. Me está costando una barbaridad.
Estos días andé sola por la calle, pensando y con la música al máximo, sin saber por donde iba. Creo que por inercia, siempre llegué a casa bien. Hay algo que me está echando un cable, venga de donde venga. Gracias.
Voy a encerrarme en mi castillo de sábanas. Me pican los mofletes de las lágrimas, y lo detesto.
Canción perfecta para el momento presente:
Agazapado espero como una rata
bajo las piedras escondido
por que a la vida era lo unico que le da
sentido
Acostumbrado a escapar de la realidad
perdi el sentido del camino
y envejeci cien años más de tanto andar
perdido
Y me busco en la memoria el rincon donde perdí la razón
y la encuentro donde se me perdió cuando dijiste que no
Hice un barquito de papel para irte a ver
se hundió por culpa del rocio
y me pregunto como vamos a cruzar
el rio
Y rebusco en la memoria el rincon donde perdí la razón
y la encuentro donde se me perdió cuando dijiste que no
Sin ser me vuelvo duro como una roca
si no puedo acercarme ni oir
los versos que me dicta esa boca
y ahora que ya no hay nada ni dar
la parte de dar que a mi me toca
por eso no he dejado de andar
Buscando mi destino
viviendo en diferido sin ser
ni oir
ni dar
Y a cobro revertido quisiera hablar contigo
y así sintonizar
Para contarte
que quisiera ser un perro y oliscarte
vivir como animal que no se altera
tumbado al sol lamiéndose la breva
sin la necesidad de preguntarse
si vengativos dioses nos condenarán
si por tutatis
el cielo sobre nuestras cabezas caerá
Buscando mi destino
viviendo en diferido sin ser
ni oir
ni dar
Y a cobro revertido quisiera hablar contigo
y así sintonizar
Normalmente suelo intentar ponerlo todo ordenadito, con coherencia y relacionarlo. Pero es tal jaleo el que tengo en la cabeza que esta vez sólo me apetece escribirlo para plasmarlo en algún sitio y que no se me olvide nada.
Para empezar está 1. 1 que me hace sonreír, y que me encapricha. Pero que bastantes problemas tiene ya como para hacerme caso. Y lo entiendo, y por eso creo que debo dejar que vaya a su bola, aunque me cueste un poco.
Siguiendo, está él. Me hizo pasar la mejor noche de mi vida, bueno, en realidad ha estado presente en las dos mejores noches de mi vida. Y lo quiero demasiado como para perderle. Y siento que soy idiota por dejarle marchar sin más, demasiadas horas a su lado sin poder decirle todo lo que le quiero. Y no lo hago porque tengo miedo de que se rompa una de las mejores amistades que he tenido, de que algo se tuerza y no poder contar con él. Y odio esa faceta del verano, la de sentirse sola y aburrida, y querer abrazarlo continuamente. Ya me suena esto de hace un año. Y ya conseguí montarme un murito para separar nuestra valiosa amistad de malos rollos. Y me jodió ver que se esfumaba, hasta que me acostumbré. Pero tengo la sensación de que este año pasará lo mismo, y no sé si estoy dispuesta a permitirlo después de lo que pasó. No sé que hacer...
He soñado demasiadas veces con poder parar el tiempo, y andar por la calle hasta ver a esa persona que tanto quiero ver, y darle un beso sin que lo note. Y ayer vi una peli donde salía algo similar... Me reconforta pensar que no soy la única a la que se le pasa eso por la cabeza.
Siento que hoy se podría acabar el mundo, y todo estaría en paz, no tengo asuntos pendientes. O que podría pasarme algo. Como que si yo desapareciese, o simplemente no hubiese nacido, las cosas seguirían su curso sin inmutarse ni lo más mínimo. Y muchas veces me he preguntado... ¿Cambiaría algo en la vida de alguien el hecho de que yo no existiese? Me siento tan pequeña e inútil que no puedo evitar darle vueltas a cuestiones estúpidas...
Ciertamente, lo único que quiero ahora es mirar las estrellas, y llorar un poco. No puedo evitarlo. No sé a quién acudir, y además de eso, intenté prometerme a mi misma que aprendería a buscarme la vida sin depender de los demás. Me está costando una barbaridad.
Estos días andé sola por la calle, pensando y con la música al máximo, sin saber por donde iba. Creo que por inercia, siempre llegué a casa bien. Hay algo que me está echando un cable, venga de donde venga. Gracias.
Voy a encerrarme en mi castillo de sábanas. Me pican los mofletes de las lágrimas, y lo detesto.
Canción perfecta para el momento presente:
Agazapado espero como una rata
bajo las piedras escondido
por que a la vida era lo unico que le da
sentido
Acostumbrado a escapar de la realidad
perdi el sentido del camino
y envejeci cien años más de tanto andar
perdido
Y me busco en la memoria el rincon donde perdí la razón
y la encuentro donde se me perdió cuando dijiste que no
Hice un barquito de papel para irte a ver
se hundió por culpa del rocio
y me pregunto como vamos a cruzar
el rio
Y rebusco en la memoria el rincon donde perdí la razón
y la encuentro donde se me perdió cuando dijiste que no
Sin ser me vuelvo duro como una roca
si no puedo acercarme ni oir
los versos que me dicta esa boca
y ahora que ya no hay nada ni dar
la parte de dar que a mi me toca
por eso no he dejado de andar
Buscando mi destino
viviendo en diferido sin ser
ni oir
ni dar
Y a cobro revertido quisiera hablar contigo
y así sintonizar
Para contarte
que quisiera ser un perro y oliscarte
vivir como animal que no se altera
tumbado al sol lamiéndose la breva
sin la necesidad de preguntarse
si vengativos dioses nos condenarán
si por tutatis
el cielo sobre nuestras cabezas caerá
Buscando mi destino
viviendo en diferido sin ser
ni oir
ni dar
Y a cobro revertido quisiera hablar contigo
y así sintonizar
lunes, 27 de junio de 2011
¿Qué estoy haciendo con mi vida?
En serio.. ¿Que mierda estoy haciendo con el tiempo?¿Con las cosas, las emociones, las ideas y la gente? Noto que podría ser más responsable, y NO quiero serlo. Creo que haga lo que haga, las cosas saldrán como tengan que salir. Y es un tanto desmotivante (de hecho, creo que tendré que adoptar otras ideas si quiero aprobar el curso siguiente) pero no sé, me apetece ser egoísta por una vez en mi vida, aclarar mi cabeza (creo, y no sé si debo) y hacer lo que el cuerpo me diga que haga. Lo que viene siendo disfrutar, en su plenitud. Entender el sentido de esa palabra. Notar esos labios que me muerden con ganas de llegar a algo más que tontos besos, esa música que me invita a olvidarme de este asco de mundo y bailar durante todo el tiempo que me queda, esas cositas dulces que se me derriten entre el paladar y la lengua, esos abrazos y esas caricias en el cuello...

Y la verdad, es que no sé muy bien por qué, me han entrado unas ganas tremendas de ser la chica más irresponsable del mundo, de ser una niña otra vez. De disfrutar, sin pensar en las consecuencias. Pasarlo bien, notar que yo marco mi camino. Sin embargo, mis pasos no son decididos y claros, sino más bien se tambalean como si yo estuviese dando saltitos sobre la cuerda floja, de aquí para allá. Y se me acaba de ocurrir, que quizás sea porque siempre me he preocupado más por los demás que por mi. Y me han fallado tantas veces, que ahora quiero apañármelas por mi misma, sin darle explicaciones a nadie y sin hacer las cosas con cuidado. Eso es, lo leo y estoy convencida de que eran las palabras apropiadas...
Bueno, y lo peor es esta constante inseguridad, esta indecisión que no me deja ni comer, tengo un nudo constante en la garganta. Un millón de dudas asaltan mi mente. ¿Debería irme lejos una temporada y olvidarme de todo(s), o por el contrario, apoyar a quien sé que lo necesita? Y si esa persona dice que me aleje, ¿debo hacerlo?¿debo dejarla sola o insistir para que no se sienta así?¿Y debo de dejarme guiar por los impulsos (cosa que deseo con toda mi alma), o pensar en lo que puede venir después?
Llevo varios días haciéndome preguntas de ese tipo, y cuando creo que he encontrado la respuesta, me equivoco. Seguiré mirando al cielo, hasta que una ráfaga organice todas mis ideas. Este es el momento de hacer cosas estúpidas. Vale de todo.

Y... vuelvo unos minutos después, aportando el vídeo que siempre pongo. Y es que, no sé cuantas veces habré acabado una entrada con esta canción. Puede que la escuches y no te diga nada, o que sea una más de las miles que habrás escuchado. Pero quiero gritarla, letra a letra. Me anima, me reconforta, me sube la adrenalina hasta las nubes. No puedo evitarlo, es orgásmico.

Y la verdad, es que no sé muy bien por qué, me han entrado unas ganas tremendas de ser la chica más irresponsable del mundo, de ser una niña otra vez. De disfrutar, sin pensar en las consecuencias. Pasarlo bien, notar que yo marco mi camino. Sin embargo, mis pasos no son decididos y claros, sino más bien se tambalean como si yo estuviese dando saltitos sobre la cuerda floja, de aquí para allá. Y se me acaba de ocurrir, que quizás sea porque siempre me he preocupado más por los demás que por mi. Y me han fallado tantas veces, que ahora quiero apañármelas por mi misma, sin darle explicaciones a nadie y sin hacer las cosas con cuidado. Eso es, lo leo y estoy convencida de que eran las palabras apropiadas...
Bueno, y lo peor es esta constante inseguridad, esta indecisión que no me deja ni comer, tengo un nudo constante en la garganta. Un millón de dudas asaltan mi mente. ¿Debería irme lejos una temporada y olvidarme de todo(s), o por el contrario, apoyar a quien sé que lo necesita? Y si esa persona dice que me aleje, ¿debo hacerlo?¿debo dejarla sola o insistir para que no se sienta así?¿Y debo de dejarme guiar por los impulsos (cosa que deseo con toda mi alma), o pensar en lo que puede venir después?
Llevo varios días haciéndome preguntas de ese tipo, y cuando creo que he encontrado la respuesta, me equivoco. Seguiré mirando al cielo, hasta que una ráfaga organice todas mis ideas. Este es el momento de hacer cosas estúpidas. Vale de todo.

Y... vuelvo unos minutos después, aportando el vídeo que siempre pongo. Y es que, no sé cuantas veces habré acabado una entrada con esta canción. Puede que la escuches y no te diga nada, o que sea una más de las miles que habrás escuchado. Pero quiero gritarla, letra a letra. Me anima, me reconforta, me sube la adrenalina hasta las nubes. No puedo evitarlo, es orgásmico.
miércoles, 15 de junio de 2011
Buscando...
Estoy buscando a alguien que, bueno... no es que lo haya perdido, es más bien que quiero encontrarlo. No sé si lo conozco, pero sé como es.
Busco a alguien que sepa como estoy sin preguntarlo. Que se fije en los pequeños detalles, y que los haga mágicos. Que quiera mejorar el mundo, o huir conmigo de él. Descubrir uno nuevo. Descubrirle. Que me acaricie los mofletes por la mañana, aunque parezca un zombie. Que quiera chafar charcos y recorrer cientos de calles en bici. Ver las estrellas mientras escuchamos esa música que nos hace vibrar. Quemar incienso, y dejar que todo fluya. Alguien que salte conmigo en los conciertos, tan alto que podamos tocar la luna. Y que me reecoja cuando me caiga de ella. Alguien a quién no le importe lo que opinen los demás, y que se muestre tal y cómo es. Que me haga reír, y me retire ese mechón del flequillo de la cara. Que me abrace cuando más lo necesite, y que me bese sin pedir permiso. Que me vea guapa cuando no lo esté. Que para él sobre el maquillaje. Alguien a quien poder poner la piel de gallina, y que me la ponga él a mi, diciéndome esas palabras tan bonitas bajito, muy bajito al oído. Quiero sentir sus escalofríos...
Busco a alguien que sepa como estoy sin preguntarlo. Que se fije en los pequeños detalles, y que los haga mágicos. Que quiera mejorar el mundo, o huir conmigo de él. Descubrir uno nuevo. Descubrirle. Que me acaricie los mofletes por la mañana, aunque parezca un zombie. Que quiera chafar charcos y recorrer cientos de calles en bici. Ver las estrellas mientras escuchamos esa música que nos hace vibrar. Quemar incienso, y dejar que todo fluya. Alguien que salte conmigo en los conciertos, tan alto que podamos tocar la luna. Y que me reecoja cuando me caiga de ella. Alguien a quién no le importe lo que opinen los demás, y que se muestre tal y cómo es. Que me haga reír, y me retire ese mechón del flequillo de la cara. Que me abrace cuando más lo necesite, y que me bese sin pedir permiso. Que me vea guapa cuando no lo esté. Que para él sobre el maquillaje. Alguien a quien poder poner la piel de gallina, y que me la ponga él a mi, diciéndome esas palabras tan bonitas bajito, muy bajito al oído. Quiero sentir sus escalofríos...
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