jueves, 22 de marzo de 2012

Gorrito.

Girar la esquina del pasillo, cargada de libros hasta arriba, y casi chocarme con él. Notar que los mofletes enrojecen solo con mirarle a los ojos, aunque él no se dé cuenta, aunque esté en su mundito, mirando al infinito y no se fije en que estoy ahí. Y bajar las escaleras, sola, subiendo la cremallera de la chaqueta, temiendo al frío de afuera, y encontrarle en la puerta. Y que se ponga su gorrito, que siempre le queda perfecto. Vergüenza absoluta, pero sigo andando, cada uno hacia un sitio, pero yo con una sonrisa que no se esconde por mucho que lo intente. Y esa luna gigante y preciosa, mirando desde arriba.
Esa misma luna bajo la que le besé. Y no se quién de los dos volvió ese día con más hormiguitas en la barriga. Y ahora tengo esos ojos, preciosos, que unas veces son claros y otras son oscuros, y sigo sin saber de qué color son. Lo que importa es que los tengo, grabados en mi cabeza, su olor en mi ropa y su sabor en mis labios. Y no me puedo olvidar, ni quiero hacerlo, porque cada vez que me acuerdo no necesito nada más.
Me encontré más de lo que esperaba, cada dia me sorprende con algo nuevo. Y me hace reir. Me río ahora mismo solo con acordarme de todas las caras que es capaz de hacer, de cuando no me deja besarle y se empieza a reir, de nuestras tonterías y de nuestros besos de cocodrilo.
Y a unos pocos centímetros, le miro a los ojos, preciosos sin sus gafitas. Me siento pequeña, tranquila, y feliz. "-¿De qué te ries?" "-De nada...". Y es cierto, no me río de nada. Sonrío, sonrío porque soy feliz, como hace muchísimo tiempo que no lo era. Y todo gracias a él, es enorme.
Tengo miedo. Parece que ultimamente, siempre que me han ido bien las cosas, algo ha querido que cambie el asunto y no ha habido tregua entre los dias grises. Y no quiero que se cague, al menos, no tan pronto. Me siento insegura, por miedo a perderle. Quiero ir despacio, y al mismo tiempo no puedo. Hace más o menos cinco horas que lo he visto y ya le echo de menos. Y echo de menos que esté en mi cama abrazándome y poder dormir oyendo sus latidos, y un poco de lluvia.

Dos semanas pulguita. Sigamos contando :D

Te quiero bichi.



0 comentarios: