lunes, 28 de marzo de 2011

Decisiones

Reflexión clase economía 28.03.11

Nunca sabemos cuando una decisión va a tener consecuencias contundentes en el curso de las cosas. La contundencia de dichas consecuencias es individual y totalmente subjetiva. Y el día a día está repleto de decisiones, de las que muchas veces no nos damos ni cuenta. ¿Café o Cola-cao? ¿Vaqueros o medias? ¿Me hago una coleta, o me dejo el pelo suelto? Puede que te siente mal el café o que estornudes con el Cola-cao, manchándote la camiseta nueva, puede que esa persona te diga lo bien que te quedan esos vaqueros o que se te haga una carrera enorme en las medias, puede que ese día haga mucho viento y te venga bien una coleta, o por otra parte que alguien coja una plumita naranja y te la ponga en el pelo con una delicadeza inusual entre esos rebeldes mechoncitos de la melena.




Normalmente, nos dejamos llevar por la inercia o por impulsos para tomar ciertas decisiones. Adoptamos pequeñas manías que introducimos en nuestra rutina casi inconscientemente. Vamos realizando pequeñas acciones, muchas de ellas por comodidad, que al principio son pequeños detalles de los que se puede prescindir y con el tiempo no podemos vivir sin ellos. Como quién se acostumbra a escuchar música por la mañana de camino al instituto y el día que se olvida el mp3 en casa está de mala leche.

Muchas veces, las decisiones dan lugar a situaciones totalmente inesperadas. Quién sabe si al girar la esquina de una calle no te encontrarás con un atracador, con la persona que te gusta, o simplemente será otra calle más por la que tendrás que pasar. Otras veces también dan lugar a hechos, de los que muchas veces salimos escarmentados, y de los que podemos aprender para crecer como individuos.

Y ahora mismo necesito tomar una decisión bastante importante. Tengo ganas de hacerlo, y sé que seguramente acabaré como siempre, pero he dejado pasar demasiadas oportunidades de las que podría haber salido beneficiada. Y bueno, si me equivoco (cosa que opto por que pase), ya será otro error en mi lista del que me acordaré y daré un pasito más.

Hasta aquí puedo leer.



Thanks for watching ^^

miércoles, 9 de marzo de 2011

Clarety, peace, serenity... 9-03-11

Hace ya tiempo que venía diciendo que tenía ganas de algo grande, como hace años que no vivía. Supongo que sería un presentimiento, no lo sé demasiado bien, pero que mis dos grupos favoritos vengan a tocar al mismo sitio, el mismo día y gratis, era todo lo que necesitaba.
Quedan sólo tres días y ya tengo ganas de hacer cola para oir los primeros acordes de Sum o la voz desgarrante de Gerard cantando "I'm not okay".

No paro de darle vueltas, vueltas a todo lo que me preocupa, a todo lo que me rodea, a por qué siempre tengo tanto sueño y me quedo mirando a la pared como si de ella fuesen a salir todas las respuestas que busco.
Soy una persona tan tremendamente fantasiosa, que el día que no estoy en las nubes, estoy enterrada a quince metros bajo tierra. Necesito imaginar, escuchar, pintar, soñar con todo lo que quiero, porque desgraciadamente la realidad no me permite llevar a cabo todo lo que pretendo. Y lo intento, a mi modo lo intento, y algo consigo. El simple hecho de poder aportar una respuesta, por muy pequeña que sea, a alguien que la busca o conseguir que alguien vea las cosas desde otro punto de vista es algo que quería conseguir, y por suerte, lo he hecho.
Pero esas pequeñas satisfacciones no son mucho comparadas con todas las desilusiones que se me presentan día a día, y por ello necesito aportar mis pequeños detalles para hacer que todo sea un poco más ameno.
Pero la única manera con la que de verdad puedo ser quién quiero ser y puede suceder lo que quiero que suceda es soñando. Estoy tan cansada de que el karma o lo que se supone que one un poco de orden en el universo me haga tropezarme una y otra vez, que abrazarme a la almohada es lo único que me hace olvidar los fallos del día a día. Y hasta tal punto de levantarme con una sonrisa en la cara y con esperanzas renovadas sobre algún tema donde ya no tenía ninguna. Sentir los abrazos tan reales, los latidos, y un susurro que dice "tranquila" era todo lo que necesitaba para levantarme como nueva.



Y bueno, el hecho de que haya perdido peso me hace verme más guapa, y más capaz de conseguir lo que quiero. Hacía demasiado tiempo que no me veía bien cuando me miraba en el espejo.
Y por otra parte, estoy tan orgullosa de ser como soy, que no me importa en absoluto lo que hagan ciertas personas, a las que de vez en cuando mando a dar una vueltecilla así como el que no quiere la cosa.

Bueno, estoy hiper-impaciente por ir al concierto, ya queda poco:



Thanks for watching :3